¡Volvemos a hablar de Suelo Pélvico! – ¡No sin mi tronco!

¡Volvemos a hablar de Suelo Pélvico! – ¡No sin mi tronco!

¡Hola de nuevo! Después del periodo vacacional volvemos a empezar el curso cargados de energía y con ganas de retomar todo aquello que nos mantiene saludables. Retomamos la alimentación sana, el deporte, etc. y qué mejor manera de volver a cuidarnos que pensando en nuestro suelo pélvico y en cómo ponerte en forma después del embarazo.

Hace unos meses una paciente nos escribió unas palabras sobre su experiencia personal con respecto a una de las técnicas con la que trabajamos en el centro. Creo que es motivador y vale la pena leerlo… seguro que después de leer todos desempolvaremos “una cosita” que tenemos debajo del sofá.

Agradecemos a Mª Ángeles Romero por su generosidad en el tiempo dedicado y por querer compartir con nosotras su experiencia.

Buena vuelta para todos.

¿Cómo un cacho de madera te puede cambiar la vida?

Empezaré por el principio; tengo dos hijas preciosas, Marina y Elsa, la mayor vino al mundo cuando yo tenía 32 años y la segunda tiene ahora dos meses y medio y la he tenido a mis 34 primaveras. La maternidad es algo precioso y gratificante y no hay nada más bonito que el amor a un hijo y de un hijo, pero sinceramente, creo que es el proceso fisiológico que con diferencia más envejece a la mujer. Después de tener a Marina, tenía la sensación de tener 10 años más encima, más arrugas, menos pelo, más tripa, más celulitis, más arañas vasculares etc, etc, etc…de las estrías gracias a Dios que me salvé a base de aceite de almendras mañana tarde y noche, y por supuesto, pérdidas de orina durante uno o dos meses. Como era mi primer embarazo conseguí restablecer la normalidad en mi cuerpo al año de dar a luz, bajé los 15 kilos que había cogido, volví a tener pelo (menos pero una cantidad razonable), las arañas vasculares me las empecé a tratar en un especialista y aunque la celulitis ahí se quedó (y ahí sigue porque aún no sé cómo arreglarla) volví a sentirme guapa.

Me quedé de nuevo embarazada, queríamos la hermanita lo antes posible para que las dos niñas jugaran juntas e hicieran mucha vida en común. Así que al año de tener a Marina me quedé embarazada de Elsa. Y como todo el mundo sabe el segundo embarazo es peor que el primero, coges más peso, más arañas vasculares, más celulitis, más tripa y desgraciadamente pérdidas de orina desde antes de dar a luz.

A mí me agobiaba mucho pensar que iba a tener que usar compresas para las pérdidas de orina, o que me ocurriría como a algunas señoras que van al baño 15 veces al día (lo normal es entre 6 y 8), así que cuando estaba de seis meses busqué una fisioterapeuta especializada en posparto. Así di con Beatriz Cosgrove y con mi tronco.

Mi solución más acertada

Empecé a ir a la consulta de Beatriz a partir del primer mes de dar a luz y rápidamente me puso tratamiento que me ayudó a ponerme en forma después del embarazo. En primer lugar me mandó poner una faja para dormir puesto que se me abrieron un poco las caderas en el embarazo y a veces duele al andar. En segundo lugar, me recomendó activar mi vida sexual lo antes posible y con la mayor frecuencia que pudiera para fortalecer los músculos de abajo. Y finalmente y en tercer lugar me mandó hacer el tronco. Y aunque suene exagerado… a mí el tronco me ha cambiado la vida.

El tronco es una técnica que ayuda a ponerse en forma después del embarazo y consiste en estar en equilibrio sobre una superficie curvada. Te pones de pie, descalzo y te tienes que mantener en una postura que Beatriz Cosgrove te enseña. Espalda recta y piernas ligeramente flexionadas. Así 20 minutos. El simple hecho de conseguir no caerte hace que tu tripa y tu suelo pélvico se activen y por lo tanto se endurezcan. Además como la postura es una especie de sentadilla ligera también hace que se endurezcan las piernas. Total que sin hacer nada de ejercicio consigues endurecer abdomen y piernas. Esto es lo que más me gusta, sin esfuerzo, sin sudor y casi sin dedicarle tiempo estoy viendo unos resultados increíbles.

El tronco tiene varias fases, 3 si no me he enterado mal, cada cual añade más complejidad al hecho de mantenerte en equilibrio.

¿Qué he conseguido?

A nivel estético no tener casi tripa a los dos meses de dar a luz a mi segunda hija y a nivel interno 3 cosas, un abdomen como una roca, unas piernas duras y mejorar mis sensaciones en el ámbito sexual (ya que el tronco fortalece toda la musculatura relacionada con el sexo).

¿Por qué me encanta?

Porque es muy fácil de hacer, no sudo y el solo hecho de conseguir mantenerte en equilibrio me engancha. Lo mejor para las madres es que puedes hacerlo en cualquier momento del día, así que yo lo hago cuando mis hijas duermen, sólo necesito 20 minutos, lo tengo en el salón y veo la tele mientras hago el tronco. Más fácil imposible. (por cierto, evitar hacerlo muy cansadas porque resta eficacia y cuesta el doble)

¿Por qué os escribo en este blog?

Porque unas 15 mujeres (amigas y familia) me han preguntado qué he hecho para estar tan bien y cómo es posible que me haya recuperado mejor de mi segundo embarazo que del primero. Cuando me preguntan lo primero que hago es levantarme la camiseta y enseñar mis nuevos abdominales. Alguna amiga mía no madre me ha llegado a decir “estás mejor de posparto que yo sin haber tenido embarazos”. Estoy tan contenta que quería compartirlo con todo el mundo. Desgraciadamente las lectoras no podéis tocarme la tripa, fliparíais.

Yo sólo os puedo recomendar probarlo e introducir el tronco en vuestra vida diaria, me parece un complemento buenísimo para cualquier deporte (en mi caso yo hago natación que no endurece nada). Me siento mucho mejor en relación a mi postura corporal y no me duele nada de nada la espalda, cosa que en mi primer embarazo tuve que ir incluso al traumatólogo de lo mal que estaba. Eso sí, milagros a Lourdes, esto no consiste en subir dos días al tronco y pensar que te vas a quedar como Cindy Crawford. Hay que ser constantes, hacerlo todos los días y complementar esta actividad con algún deporte aeróbico. Y poco a poco veréis resultados.

Y como vale más una imagen que mil palabras os dejo una foto de mi tripa a dos meses de dar a luz con los resultados del tronco ya claramente visibles. Así podréis ver cómo un cacho de madera te puede cambiar la vida.

Texto de Mariángeles Romero.

 

 

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1 Comment
  • Carmen
    Posted at 23:51h, 14 febrero Responder

    Un gran resultado!!!! ?????????? Gracias por compartirlo!

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