Una fisura anal en la mujer es una grieta en la piel que recubre el ano. Puede aparecer a cualquier edad, como resultado de una evacuación dificultosa que implique importantes esfuerzos de empuje, pero es más común después del parto como consecuencia del trauma obstétrico que supone dicho momento para los distintos tejidos de la zona perineal.
La fisura anal en la mujer, es muy dolorosa, con lo que quienes la padecen postponen enormemente el momento evacuatorio. El resultado de esto es la deshidratación de las heces por su acumulación, estancamiento de las mismas en el recto y su difícil evacuación. Entrando de este modo en un círculo vicioso de disfunción evacuatoria.
Los síntomas que caracterizan a la fisura anal, son:
El tratamiento conservador de la fisura anal en la mujer se basa en:
Mejorar la vascularización de la zona afectada con el fin de facilitar una correcta cicatrización de la lesión en la piel (aplicación de radiofrecuencia).