El dolor pélvico crónico en la mujer se define habitualmente como un dolor, de al menos seis meses de evolución, que afecta a la esfera pélvica y es susceptible de tener repercusiones cognitivas, comportamentales y sociales, sin ningún marcador biológico específico.
Esta definición hace énfasis en el análisis multifactorial del dolor.
Los síntomas que caracterizan el dolor pélvico crónico en la mujer, son muchos y muy variados y con diferentes localizaciones:
Por el desconocimiento de esta patología las pacientes son, muy frecuentemente, derivadas de unos especialistas a otros (urólogo, proctólogo, neurólogo, psiquiatra, etc.) lo que dificulta su correcto abordaje y supone un auténtico peregrinaje para las pacientes.
Suele existir en el inicio de la instauración de la sintomatología dolorosa, un factor desencadenante real, infeccioso (infecciones urinarias), un traumatismo obstétrico (embarazo y parto) o iatrogénico (cirugía). Pero además se suele asociar un componente de estrés importante en estas pacientes.
Ante el elevado número de fracasos terapéuticos, los objetivos deben ser limitados y realistas. Desafortunadamente, no existe el tratamiento milagroso.
Su abordaje debe ser multidisciplinar y debemos explicar a la paciente que el tratamiento será a largo plazo.
La fisioterapia del suelo pélvico se presenta como una alternativa más en el tratamiento del síndrome del dolor pélvico crónico en la mujer, cuyo objetivo consiste en la desensibilización y normalización de los tejidos implicados en todo el proceso inflamatorio que conlleva el dolor.
Las mujeres que presenten cualquiera de los siguientes factores de riesgo: